Aunque en muchas ocasiones se suele pensar que el masaje anal en mujeres es más sencillo que en los hombres, la verdad es que son tabús que no se pueden poner a todas las mujeres. Esto quiere decir que si tienes una novia y quieres que goce del placer de esta variedad de masaje, no olvides de preguntarla antes de dar el primer paso. Nunca debes intentarlo sin consentimiento de la otra mujer.
¿Qué es un masaje anal?
Un masaje anal es la estimulación de la zona anal a través de diferentes técnicas. Este masaje no solo estimula la zona anal, sino que también tiene que estimular las zonas limítrofes como las nalgas o el piriné. Este tipo de masaje se puede realizar a través de diferentes medios, aunque lo más común suele ser darlo directamente con la mano. Pero también se puede realizar con la lengua o con juguetes sexuales. Esto dependerá de la persona que lo vaya a dar y de la persona que lo vaya a recibir.
Puntos a tener en cuenta al realizar el masaje anal lésbico
Para poder disfrutar al máximo de esta experiencia sexual, es muy importante la higiene en ambas partes. Y es que una mala higiene puede provocar que lo que en principio era una gran excitación luego pase a ser un momento incómodo.
También es importante la comunicación y mentalidad de ambas personas. Nunca se debe realizar este tipo de masaje anal lésbico si una de las dos partes no está de acuerdo. De aquí que una vez más vuelva a recordarte que tendrás que pedir permiso.
Pasos para realizar un masaje anal lésbico
Como suele ser normal, a la hora de realizar un masaje anal, te recomiendo que ambas partes estéis desnudas para sentiros al mismo nivel. De esta manera tu pareja se sentirá un poco más excitada y tendrás el camino más fácil.
Para comenzar, te recomiendo usar tus manos y el resto de tu cuerpo para dar un masaje corporal. Lo importante es que se comience a excitar, para lo cual te recomiendo recorrer todas las partes de su cuerpo. Es más, si quieres disfrutar de una buena experiencia, te recomiendo usar aceite especial para masajes.
Una vez realizado el masaje general, será el momento de comenzar con las caricias en la zona anal. En primer lugar te recomiendo acariciar a través de masajes la zona de las nalgas. Para ello haz pequeños masajes suaves y con movimientos circulares. Y para conseguirlo, no hay nada mejor que usar correctamente tus manos.
Cuando notes que tu pareja ya está un poco más excitada, puede ser el momento de comenzar la penetración. Ten en cuenta que este tipo de penetración debe ser realizado lentamente y con movimientos circulares y suaves. Es importante que esta penetración siempre la hagas con un juguete sexual o con uno o dos dedos. Y recuerda, a la hora de realizar la penetración nunca debes tener las uñas largas. Si haces este tipo de masaje con las uñas largas, corres el riesgo de provocar daños importantes en el interior del ano.
Es muy importante que la penetración siempre se haga cuando anteriormente la persona se haya lubricado los dedos o el juguete sexual. Así se conseguirá que la penetración sea más sencilla y sin ningún tipo de dolor.
Por otra parte, también puede ser interesante hablar a tu pareja al odio a través de susurros para que la mujer se sienta todavía más excitada y pueda disfrutar un poco más del placer que la estás proporcionando. Y si hay amor entre las dos, usa la técnica de la mirada para enamorar a tu pareja un poco más. Una mirada en ocasiones vale mucho más que un buen masaje.